Ferrocarril de Antioquia

 

El Ferrocarril de Antioquia se ha catalogado como una de las obras de ingeniería civil más importantes realizadas por los antioqueños. La idea de su construcción fue impulsada inicialmente por el presidente del Estado Soberano de Antioquia el señor Pedro Justo Berrío, quien autorizó la apertura de un camino carretero o de rieles que comunicaran a la ciudad de Medellín con un río navegable, mediante la ley 78 de 1866. Luego al asumir la presidencia, don Recaredo de Villa derogo esta ley y expidió la 229 de 1873 que permitía la ejecución de un camino de rieles que debía partir de Medellín hasta el Río Magdalena, la principal vía de la nación, y pasaría por Barbosa. En los años siguientes, empezó a tratarse con seriedad el tema de la construcción de la vía.

 

El Ferrocarril de Antioquia se inició en el año de 1874 en Puerto Berrío, con la llegada al país del ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros y la firma del contrato de concesión para la construcción del ferrocarril de una vía entre el Río Magdalena y Barbosa. La obra tenía un plazo de ejecución de ocho años, término que se extendió, entre otras cosas, por La Guerra de los Mil Días, las dificultades geográficas y las enfermedades que atacaron a los empleados. Este contrato se celebró entre Cisneros como contratista y Marco Aurelio Arango como representante del Estado Soberano de Antioquia.

 

 

En 1875, Cisneros clava el primer riel. Diez años más tarde se inaugura el primer trayecto de 48 km que iba de Puerto Berrío a las Cuestas de Pavas. En 1897 llega hasta Caracolí. En 1908 la Estación Palmichala es rebautizada con el nombre de Sofía. En 1910 el tren llega a Cisneros (lugar antes conocido como la Quiebra), es en ese momento cuando se plantea el debate y la necesidad de superar la barrera granítica que impedía el paso del tren conocida con este nombre.

 

El 9 de Marzo de 1914, el tren finalmente llegó a Medellín entrando por la Estación Cisneros en la Ciudad de Medellín, el primer tren del Ferrocarril de Antioquia, cuya construcción se había iniciado 40 años atrás en Puerto Berrío, a orillas del río Magdalena.

 

Desde el siglo pasado, ya se hablaba de un camino que comunicara a la ciudad con este puerto, expresando de tal manera un sueño ampliamente deseado por los medellinenses  y los antioqueños.

 

Fue así como diez años después se dio paso a su construcción con el contrato celebrado entre la Administración y el ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, quien llegó para el efecto a nuestra ciudad.

 

En su trayecto allí donde se localizaban las estaciones se fueron fundando pueblos impulsando el desarrollo económico y social de la región. Desde otros poblados más lejanos se trazaron caminos y carreteras hacia éstas.

 

La empresa realizó una serie de obras complementarias por las zonas donde cruzaba, entre otras, la construcción de esta obra impulsó las comunicaciones telefónicas, fundó hospitales y recuperó tierras que se volvieron cultivables. Lo que motivó para que el ferrocarril de Antioquia se tornara en un motivo de orgullo para los antioqueños y medellinenses.

 

Además de su uso como medio económico, la población lo utilizó para sus viajes de descanso y recreo.  Al Hotel Magdalena de Puerto Berrío, instalación que fue construida por el Ferrocarril de Antioquia; llegaban viajeros a diario, ya fuera para pernoctar en el viaje hacia otro lugar o para pasar en él una estancia de varios días.

 

Por medio del ferrocarril llegaron a la ciudad personajes y noticias y por medio de él, muchos pudieron salir de estas montañas y regresar llenos de historias. Las estaciones del ferrocarril se tornaron en espacios para múltiples actividades de encuentro y diversión. Las más renombradas

 

La Estación Medellín y la Estación Villa fueron las promotoras que articularon espacios urbanos alrededor de los cuales hicieron parte en la construcción de lugares públicos complementarios, como es el caso de La Plaza de Guayaquil con su mercado público, los hospedajes y bares diseñados para el viajero con su cotidianidad ruidosa y su acelerada urbanización, ejemplifican de gran manera este hecho.

 

Las obras del Ferrocarril culminaron con la inauguración del Túnel de la Quiebra el 7 de Agosto de 1929.

 

Ferrocarril de Amaga

 

Desde 1907 cuando se firmó la conseción para la construcción de un ferrocarril que permitiera la explotación del cemento, el carbón y el café se comenzó la construcción, a partir de Medellín, del ferrocarril de Amaga. En 1911 la línea llegaba hasta Caldas, en 1917 hasta Angelópolis y en 1924 hasta la estación Camilo C. Restrepo con 58 km de vía. Ese mismo año, el departamento compró la obra a la compañía privada que había obtenido la conseción con el fin de llevar la carrilera hasta el Cauca. Esta vía se continuó hasta el kilómetro 82. En 1929, llego hasta el Puente de Jericó, arriba de Bolombolo por la margen derecha del Río Cauca.

 

Las primeras locomotoras del ferrocarril de Amaga eran maquinas de vapor alimentadas por madera, luego se usó como combustible el carbón que era llevado a Cisneros en jaulas de ganado hasta Amaga, más tarde con el cambio de locomotoras se utilizó el “fuel oil”.

 

Francisco Javier Cisneros

 

Este ingeniero cubano nació en la ciudad de Santiago en 1836 graduado en la escuela politécnica de Troy, Estados Unidos. En uno de sus primeros trabajos como ingeniero auxiliar participó en el trazado de un ferrocarril en su país, labor que abandonó por sus actividades patrióticas en pro de la independencia de Cuba.

 

Fue contratado para la ejecución del Ferrocarril de Antioquia y otras obras importantes como el muelle en Barranquilla, la navegación a vapor por los Ríos Cauca y Nechí, además de otras líneas férreas demuestran que Cisneros está muy ligado a la historia del progreso de Antioquia.

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